Caso Bravo
Una serie de circunstancias permitió en su momento que se identificara a los responsables pero los mismos no fueron detenidos.Posteriormente se radicó en Cuba donde ejerce su profesión de químico y ha realizado publicaciones científicas.[4] Así por ejemplo el diario Noticias Gráficas colocó en primera plana y en grandes letras estos títulos: Por su parte la Confederación General del Trabajo denunció "las absurdas mentiras" de los comunistas y en varias fábricas hubo paros dispuestos por los sindicatos oficialistas para repudiar la "conjura" que había detrás de lo que ya se conocía como el caso Bravo.[4] Tanto la prensa oficialista peronista como el partido del gobierno y su bancada parlamentaria cerraron filas apoyando la versión policial[2] y en la Cámara de Diputados los legisladores peronistas se burlaban de los diputados opositores que habían estado reclamando por el estudiante.[9] El juez dispuso un careo entre Bravo y los policías de la Sección Especial a los que acusaba por sus torturas pero los mismos negaron los hechos y al hacer un allanamiento en ese dependencia tampoco se hallaron elementos de prueba.El Dr. Caride continuó entonces la atención en una quinta ubicada en la localidad suburbana de Paso del Rey hasta que mejoró.[15] Según el mismo historiador, desde todos los sectores oficialistas -rectorado de la Universidad, Subsecretaría de Informaciones, Confederación General del Trabajo, Consejo Superior del Partido Peronista, senadores y diputados oficialistas- se defendió a rajatabla la teoría del complot opositor para fraguar el hecho y cuando un médico dispuesto a abandonarlo todo le contó la verdad a un magistrado honesto, presionaron a los camaristas lo necesario para que dejaran de lado las pruebas y permitieran que los policías acusados siguieran torturando, como lo hicieron, hasta la caída de Perón.[1] La película Después del silencio dirigida en 1956 por Lucas Demare sobre libreto de Sixto Pondal Ríos e interpretada por Arturo García Buhr y María Rosa Gallo está inspirada libremente en el "caso Bravo".