Los restos incrustados en su cabecera pueden proceder (y la dedicación principal a la Santa Cruz así parece certificarlo) del oratorium erigido por Saturnino, discípulo de San Valerio, y consagrado por el obispo Aurelio de Astorga.
Parte de los restos se datan de finales del siglo VII: unos tallos serpenteantes con motivos geométricos y una decoración vegetal.
Entre los restos altomedievales, del siglo X, destaca una cruz equilátera de cuyos brazos penden las letras alfa y omega, un dintel monolítico y un conjunto epigráfico que conserva restos de policromía rojiza.
Cabe mencionar un tablero granítico, en el que se consignan los santos a los que estaba dedicada la ermita y la fecha de su consagración, el 1 de diciembre del año 904.
Todo apunta a que los restos epigráficos conservados proceden de un edificio altomedieval dedicado a la Santa Cruz y consagrado en tiempos de San Genadio.