Las tres naves se rematan en la cabecera por una nave transversal de crucero con ábside rectangular en la central donde se encuentra el altar mayor.
Mientras que las naves se cubrían con falsa bóveda de cañizo con sección semielíptica en las laterales y de carpanel o cañón en la central.
Es de destacar el retablo del altar mayor, que parece tardorenacentista, de dos cuerpos, estofado y con pinturas.
Debemos anotar también la existencia de varios altares, uno en la cabecera de la nave derecha con yeso o mortero sobre la misma pared con hornacina excavada en el muro y otros tres altarcillos o nichos (dos en la nave izquierda y uno en la de la derecha) sobre los muros perimetrales.
Es difícil fechar en un conjunto la obra, hemos leído que su datación se remonta al siglo XV, de esta época pueden ser los arcos de separación de las naves laterales con la central, pero podemos decir que encontramos una mezcla de adiciones, con mayor o menor acierto, que van del Barroco al Neoclásico.