Excavando en el punto marcado, encontraron una virgen morena dentro de una cueva, que aún se puede visitar junto a la iglesia.
El convento, atendido desde su origen por monjas mercedarias de clausura, fue fundado por doña Maria Velarde y Treviño debido a la fama que tenía la virgen por milagrosa.
Se conserva un cuadro en el interior del convento donde se representa a un caballero de calatrava arrodillado ante la imagen de Maria de la Estrella y donde la tradición dice que le anunció que iban a fundar un convento anexionado a la ermita.
A los pies del templo está el coro alto por encima de la puerta de la umbría, desde donde las mercedarias siguen los actos litúrgicos ordinarios y festivos dedicados a la virgen.
Posee un órgano que se toca sobre todo a partir de que la virgen se encuentra abajo para recibir los cultos y para dar mayor solemnidad a los actos.