[4] La parte visible del clítoris, el glande clitoridiano, tiene un tamaño que varía entre unos milímetros y un centímetro y está situado en la unión anterior de los labios menores (labios internos), por encima del orificio de la uretra.
Durante la excitación sexual, aumenta el flujo sanguíneo arterial hacia el clítoris y, dentro de éste, las arterias se ramifican para irrigar los tejidos eréctiles.
[6] Los músculos isquiocavernoso y bulbocavernoso se contraen, comprimiendo la vena dorsal del clítoris.
Como resultado, el clítoris se vuelve tumescente para adaptarse al aumento de la presión intracavernosa.
La extrusión del glande y el adelgazamiento de la piel aumentan la sensibilidad al contacto físico.
Una vez que la mujer ha llegado al orgasmo, la erección suele terminar, pero esto puede llevar tiempo.