Para garantizar un viaje seguro a casa para Odiseo y sus hombres, Eolo le dio a Odiseo una bolsa que contenía todos los vientos, excepto el suave viento del oeste.
Pero cuando estaban casi en casa, los hombres de Odiseo la abrieron pensando que la bolsa contenía un tesoro, provocando que todos fueran empujados por los vientos de vuelta a Eolia.
Blasone Eolo en aquella mansión como señor, y reine en la cerrada cárcel de los vientos.»[15]A continuación, Neptuno aplacó las monstruosas olas que los vientos de Eolo habían levantado y Eneas se salvó.
En la Odisea de Homero, Odiseo y sus hombres llegan cerca de la isla Eolia tras escapar del cíclope Polifemo:«Llegamos a la isla Eolia, donde moraba Éolo Hipótada, caro a los inmortales dioses; isla natátil, a la cual cerca broncíneo e irrompible muro, levantándose en el interior una escarpada roca.
A Éolo naciéronle doce vástagos en el palacio: seis hijas y seis hijos florecientes; y dio aquéllas a éstos para que fuesen sus esposas.
Durante el día percíbese en la casa el olor del asado y resuena toda con la flauta; y por la noche duerme cada uno con su púdica mujer sobre tapetes, en torneado lecho.»[17]Eolo hospedó a Odiseo y a sus hombres durante un mes, interrogando a Odiseo sobre todo lo que le había sucedido.
Cuando Odiseo estuvo listo para zarpar de nuevo hacia su hogar, Eolo le dio una bolsa hecha de piel de buey en la que había atado «los vientos borrascosos», todos excepto el viento del oeste, al que Eolo ordenó que llevara a Odiseo y a sus hombres sanos y salvos a casa.
Pero cuando divisaron Ítaca, su hogar, a Odiseo le venció el sueño, y sus hombres, pensando que la bolsa contenía regalos de oro y plata que Odiseo pretendía guardar para sí, abrieron la bolsa liberando a todos los vientos revoltosos que condujeron a la nave todo el camino de vuelta hasta la isla flotante de Eolo.
Vete noramala; pues si viniste ahora, es porque los inmortales te aborrecen.»[18]La misma historia es relatada también por Higino, Ovidio y Apolodoro.
[20] A este Eolo se le confundía a veces (o se le identificaba) con Eolo hijo de Helén y epónimo de los eolios.