Algunos científicos lo interpretan como el resultado de una compleja interacción genética, hormonal, y medioambiental, más que como una elección.
[1][2][3][4][5] Las hipótesis sobre el impacto del entorno social post-natal en la orientación sexual son débiles, especialmente para el género masculino.
Sin embargo, existen investigaciones que relacionan la disconformidad de género en la infancia con la homosexualidad.
De acuerdo con varios estudios cros-culturales, en promedio, las lesbianas presentan significativamente más ratios digitales masculinos.
[18][19] La respuesta inmune materna durante el desarrollo fetal han demostrado ser causantes de la homosexualidad masculina y la bisexualidad.
Durante el embarazo, las células masculinas entran al torrente sanguíneo de la madre, las cuales son extrañas para su sistema inmune, y en respuesta, su cuerpo genera anticuerpos para neutralizarlas.
Estos anticuerpos son liberados en los futuros fetos masculinos y pueden neutralizar antígenos ligados al cromosoma Y, lo cual juega un papel importante en la masculinización del cerebro, dejando a las áreas del cerebro responsables de la atracción sexual en el estado típico femenino, o de atracción hacia los hombres.
Esto llevó a una serie de experimentos médicos en los que recién nacidos e infantes masculinos eran quirúrgicamente reasignados al sexo femenino tras accidentes durante la circuncisión.
Todos los casos publicados resultaron en una orientación sexual en la que se sentían fuertemente atraídos hacia mujeres.
Además, se estableció que los efectos organizacionales de las hormonas en el cerebro fetal pueden tener consecuencias permanentes.
[6] El núcleo sexualmente dimórfico es una región clave en el cerebro que diferencia entre hombres y mujeres a los humanos y otros mamíferos (por ejemplo: ratones, ratas, ovejas); esto es causado por diferencias en la exposición a esta hormona.
[6][19][24] Otros estudios en humanos se basan en la tecnología de imagenología cerebral comparando ambos hemisferios del cerebro.
[24] Existe un modelo genético evolutivo propuesto por William R. Rice, el cual argumenta que la mal expresión de un modificador epigenético de la sensibilidad a testosterona afecta el desarrollo cerebral, y puede explicar la homosexualidad u la discordancia gemelar.
Las mujeres con hiperplasia congénita adrenal, la cual tiene efectos en la producción de esteroides sexuales, reportan más conductas típicas masculinas y muestran menos intereses heterosexuales.
Cuando se entra a la adolescencia es cuando lo exótico es erótico, donde las parejas sexuales del mismo sexo no parecen familiares y causan excitación, y esta excitación general se vuelve erótica con el paso del tiempo.
[35] Sin embargo fue gran motivo de crítica, incluso se publicó en la revista científica Psychological Review que:[36]Los estudios citados por Bem, y sus investigaciones posteriores muestran que la teoría Lo exótico es erótico carece de evidencia científica.Bem fue criticado por basarse en una muestra no aleatoria de hombres homosexuales en 1970, y por llegar a conclusiones que contradecían los datos originales.
EL 74% de los hombres homosexuales reportaban haber tenido un amigo cercano del mismo sexo durante la edad escolar.
Esto lo hacen como parte de un ritual, ya que lo consideran importante para incrementar el potencial masculino.
[9][10] Las hipótesis sobre el impacto del ambiente social post-natal en la orientación sexual son débiles, especialmente aquellas inclinadas hacia los hombres.
Varios cirujanos creían que estos hombres serían mucho más felices si se les reasignaba social y quirúrgicamente como mujeres.
Existen siete casos publicados, y en todos ellos los individuos reportaron estar fuertemente atraídos hacia mujeres.
[12] De acuerdo con un artículo publicado para la revista Psychological Science of the Public Interest, se explica que esto es una fuerte evidencia de que la orientación sexual está parcialmente establecida desde antes del nacimiento.