Por su parte, Antonio (Antonello) heredaba el Condado de Collesano, con las dos Petralias, Bilici, Caronia, Termini y demás, con todos los derechos inherentes a dichos territorios.
En efecto, más tarde, Antonio se levantó en armas contra su hermano mayor, tomando por la fuerza parte de sus territorios.
Ampliamente superado, Enrico II no tuvo más opción que cederle definitivamente a su hermano los terrenos arrebatados.
Pero esa misma jornada, Enrico II se avino a jurar fidelidad al rey y el condado le fue devuelto.
En ese mismo acto también se vio obligado a jurar fidelidad su hermano el conde de Collesano, Antonio de Ventimiglia, pero parece que en este caso los buenos propósitos duraron menos: seguidamente entró en batalla contra las tropas aragonesas, consiguiendo una gran victoria en el encuentro que hubo entre Nicosia y Castrogiovanni.
[10] Pero poco más tarde los barones se rebelaron contra el poder real, en una creciente oposición que llegaría a incluir a todas las capas sociales del reino y Antonio fue nuevamente apresado por las tropas del rey.
En el curso del 1395-96, la actitud antiaragonesa decrece y Cicco, el tercer hermano, negoció con la corona la liberación de Antonio.
Cicco tenía retenidos a tres caballeros catalanes, capturados en batalla por Antonio, el conde de Collesano.
Estos caballeros eran Raimondo de Bagues, Berlinguieri Arnau y Guerau Cervellón.