Francesco II de Ventimiglia

Se sabe, por ejemplo, que en octubre de 1341 Teobaldo Bubutello di Castrogiovanni, estando exiliado de Sicilia, regresó clandestínamente a la isla para contactar con la nobleza siciliana y recabar posibles nuevos apoyos a la causa angiovina, pero fue capturado y bajo tortura confesó que el propio conde Francesco II formaba parte de la conjura.Más tarde, aprovechando una eventual disputa y temporal alejamiento entre los eternos aliados, las familias Chiaromonte y Palizzi,[25]​ promovieron con éxito una revuelta contra Matteo Palizzi, inclinando inexorablemente la balanza del poder del lado de la causa del rey Luis I de Sicilia.[27]​ Esta situación permitió al conde Francesco II ocupar un primerísimo primer plano en la escena política del momento, junto con su hermano Emanuel, Artal de Alagona (hijo del ya fallecido Blasco) y a Orlando de Aragón, tío carnal del soberano Federico III de Sicilia.[31]​ Pero le costó caro: Nicolò, señor de Isnello, optó por unirse a la facción rival del conde y se alió con los Chiaromonte y la causa angiovina, dejando a su paso por las tierras del conde un reguero de destrucción y saqueando todo lo que pudo.Siguiendo indicaciones de don Pedro IV de Aragón, el conde Francesco II inició una aproximación a los Chiaromonte,[35]​ consiguiendo lo que parecía imposible: una alianza duradera entre las familias Chiaromonte y Ventimiglia.En 1361 Francesco se rebeló contra el rey Federico III de Sicilia, del que era al mismo tiempo su máximo protector.Francesco II, por medio de sus capitanes los hermanos Filippo y Ricardo Castellucio, invadió el condado de Geraci, poniendo bajo custodia al mismo conde, es decir, a su propio hermano.El control efectivo del condado ya no le sería devuelto nunca a Emanuele.Finalmente parecía haber llegado al reino de Sicilia una situación de paz duradera, sin abusos ni disputas baronales ni más anarquía institucionalizada, pero todo a costa del propio patrimonio del rey, que tal y como el mismo se lamentaba en octubre de 1363, era un monarca a sin carisma, sin poder ni apenas autoridad.Este, que ya contaba 21 años, viudo y con hijos, exigía inútilmente a Francesco II Ventimiglia que cumpliese con el tratado por él firmado y por el que debería pagar una renta de 1000 onzas anuales al rey, para resarcirle de las ciudades y tierras usurpadas a la propia corona.Considerando la posibilidad de que detrás del atentado pudiese existir una trama conspirativa, ordenó que en su encierro el agresor fuese estrechamente custodiado por familiares del rey, para garantizar la vida del reo y así más tarde poder interrogarlo convenientemente.En 1375 el conde Francesco tomó como consejero a Guglielmo Spatafora, señor de Caltavuturo.A finales de 1387[45]​ murió Francesco II en Cefalú habiendo llevado sus estados al punto álgido, tanto en esplendor como en extensión.Pero por disposición testamentaria, este volvería a ser nuevamente fraccionado entre sus hijos Enrico (Geraci) y Antonio (Collesano), mientras que el tercero, Cicco, inicialmente desheredado,[46]​ acabaría poseyendo el importante feudo de Regiovanni.
Escudo de armas de la casa de Ventimiglia .
Escudo de armas de la casa de Lauria.
Escudo de armas de la casa de Abatte.