Estuvo en las campañas militares de Tortosa, Lérida y Fraga.
El primer hijo de este, Ramón de Moncada el Joven, murió luchando junto a Jaime I, en Portopí, Mallorca, durante la conquista de la isla; el segundo Guillem Ramón, V senescal, casó con Constanza, hija de Pedro II el Católico (1196-1213) e inauguró la baronía de Aitona y su primo Guglielmo Raimondo I Moncada que inauguró la línea de Sicilia llegando con las vísperas sicilianas.
Poco a poco, mediante matrimonios, los Moncada se fueron extendiendo por toda España y parte de Europa, entroncando con los linajes de Aragón, Cardona, Bearne, Ayerbe, Cervera, Luna, Anglesola, Cornell, Aitona, Albalat, Abarca, Queralt, Vilaragut, Urgel, Entença, Illa Jordà, Pinós, Lloria, Seros, Vilamarxant, Ribelles, Lioro, Tolsà, Caltanissetta, Vallgornera, Ventimiglia, Fenollar, Sarrià, etc.
El rey Jaime I de Aragón le dio un castillo ubicado en el área que pasó a llamarse Montcada, de donde se originó la ciudad moderna.
También desempeñaron un papel político prominente que surgió después de que el trono de los Habsburgo se estableciera por sucesión a Trastámara-Aragón.
La Casa de Moncada -como se le conocía al edificio- fue habitada por varios virreyes de la Nueva España incluyendo a Juan O’Donojú.
Ahí se le proclamó emperador de México en 1822.
Manuel Tolsá se inspiró en un caballo proveniente de esa hacienda para esculpir “El Caballito”.
Juan también llegó a ser el hombre más rico de México.
El virrey Francisco Xavier Venegas lo nombró coronel y formó un pequeño ejército al que nombró los “Dragones de Moncada”.