Al año siguiente, su pintura Un poste au bord fue bien recibida por la prensa.
En 1865 recibió la medalla del Salon des Artistes Français y su nombre comenzó a destacarse.
En 1872 vendió sin intermediarios 55 telas en las subastas del Hôtel Drouot y en 1875 otras 59.
[5] También se inspiró en paisajes mediterráneos (Villefranche-sur-Mer, Menton), normandos (Dieppe, Monte Saint-Michel), loiranos y los de su infancia en Vandea, además del París posterior a los incendios de la Comuna y anterior a las grandes transformaciones impulsadas por Haussmann.
[6] El museo Lansyer, inaugurado en 1902 y consagrado a su obra, está instalado en esa misma casa de Loches, reconstruida según el estilo del Segundo Imperio.