Fueron los sextos comicios guyaneses bajo sufragio universal, los segundos desde la independencia en 1966, y los primeros desde la conversión del país en una república parlamentaria en 1970.
[1][2] Aunque nominalmente democráticas, las elecciones se realizaron durante el régimen autoritario de Forbes Burnham, primer ministro del partido Congreso Nacional del Pueblo (PNC), que se había impuesto en las anteriores elecciones gracias al fraude electoral.
[3] Cheddi Jagan, ex primer ministro y líder del opositor Partido Progresista del Pueblo (PPP), denunció junto a otros partidos políticos menores la feroz manipulación electoral, pero no boicoteó las elecciones a fin de intentar impedir que Burnham lograse su objetivo de obtener dos tercios.
En los principales bastiones indoguyaneses, donde el PPP tenía más peso, su voto se recortó prácticamente a la mitad, mientras que el PNC, al que adhería más bien la población afroguyanesa, se duplicó de forma inverosímil.
Los comicios dieron como resultado que el Congreso Nacional del Pueblo (PNC), gobernante en una inestable coalición con La Fuerza Unida (TUF), desde 1964, tuviera mayoría propia en la Asamblea Nacional, pudiendo gobernar por sí solo con Forbes Burnham como primer ministro.
Dado que una reforma constitucional requería una mayoría de dos tercios (es decir, al menos 36 de 53 votos), y el PNC solo tenía bajo su control 30 escaños, el proyecto fracasó.
El PPP denunció que posteriormente el PNC estaría violando la constitución al registrar a menores de edad y personas muertas como votantes, confirmando al menos unos 20.000 casos.
Los ciudadanos residentes en el extranjero tienen derecho a votar en las embajadas siempre que estén debidamente registrados.
Las elecciones de la Asamblea se realizaban bajo el sistema de representación proporcional con listas abiertas, con el país como distrito único, con 53 bancas, que se distribuirían mediante Cociente Hare.