[1][2] Por tener los mismos protagonistas principales, el detective Elijah Baley y el robot aurorano R. Daneel Olivaw, puede considerarse continuación de Bóvedas de acero aunque la acción central no transcurra en la Tierra sino en el planeta Solaria, en el siglo 47.
Los siguientes personajes, todos solarianos, desempeñan un papel importante en la historia: Baley es convocado para resolver el asesinato de Rikaine Delmarre.
Para ello debe enfrentar su miedo a los espacios abiertos, agorafobia compartida por todos los terrestres, y trasladarse a Solaria, uno de los 50 planetas extrasolares de la Vía Láctea entonces colonizados por la raza humana.
La evolución cultural de los solarianos, que los llevó a vivir solos y aislados en sus enormes solares y comunicarse con otros casi exclusivamente por medios electrónicos (audio e imágenes tridimensionales), les generó pavor al contacto directo entre personas.
El primer factor analizado aquí, ya planteado en Bóvedas de acero, es la eliminación de la impredecibilidad y peligros del mundo natural mediante la creación del hábitat humano completamente controlado que son las techadas ciudades terrestres.