Universo de la Fundación

Este universo comprende la totalidad de la Vía Láctea, en un futuro situado 40.000 años después del siglo XX.

Según el cuento, la historia tiene lugar cuando los humanos se "dispersan por cientos y miles de mundos".

La novela En la arena estelar afirma explícitamente que la Tierra es radiactiva debido a una guerra nuclear.

[cita requerida] Esta novela generalmente se considera parte de la Serie del Imperio Galáctico, pero no menciona directamente ni a Trantor ni a los mundos espaciales.

La Serie de la Fundación está ambientada en el mismo universo que la primera novela publicada de Asimov, Un guijarro en el cielo, aunque Fundación tiene lugar unos 10.000 años después.

Un guijarro en el cielo se convirtió en la base de la Serie del Imperio Galáctico.

Los comentaristas señalaron que Némesis contiene referencias apenas disimuladas a los espaciales y su sistema de calendario, el Imperio Galáctico e incluso a Hari Seldon, que parecen haber sido colocadas deliberadamente con el propósito de una integración posterior en el Universo de la Fundación.

Hacia la Fundación, Némesis y El robot humano no aparecen en la lista de Asimov, ya que aún no se habían publicado en ese momento, y el orden de las novelas del Imperio en la lista de Asimov no es del todo consistente con otras listas.

Dado que Las corrientes del espacio incluye Trantor y En la arena estelar no, estos dos libros posiblemente se invirtieron accidentalmente en la lista de Asimov.

En paralelo a esto se narra el desarrollo de la ciencia robótica y la influencia que los robots tienen sobre las sociedades humanas.

Un momento clave y decisivo es la creación del robot R. Daneel Olivaw, personaje mítico que abarca con su presencia explícita o velada toda la saga.

La psicohistoria, al parecer, no basta para asegurar el futuro de la especie humana, sino que es necesario ir un paso más allá, y crear una conciencia galáctica que sea un eficaz escudo frente al caos y las entidades alienígenas.

Asimov fue un profesional universitario que escribió también excelentes libros de divulgación científica.

La magnitud necesaria para tal conglomerado puede determinarse por el Primer Teorema de Seldon que dice... Otra condición necesaria es que el conglomerado humano no debe ser consciente de ese análisis psicohistórico, con el objeto de que las reacciones sean realmente auténticas...

Según Alasdair Wilkins, en una discusión publicada en Gizmodo, "Asimov ama absolutamente las estructuras extrañas y elípticas.

Sus tres novelas de ciencia ficción que no son sobre robots/Fundación —El fin de la eternidad, Los propios dioses y Némesis— se apoyaron en gran medida en narraciones no cronológicas, y lo hace con gusto en Los propios dioses".

[14]​ Las siguientes obras se enumeran en orden cronológico por narrativa: [15]​ Estos libros no pertenecen a la saga original escrita por Asimov, aunque en cierta forma han profundizado el universo creado por éste, atando cabos sueltos y explicando en forma más bien coherente clásicas interrogantes dejadas por el autor, las cuales no pudo o no tuvo tiempo de explicar.

Dado que no tuvo el respaldo de los albaceas literarios del fallecido Asimov, no cuenta con los nombres propios específicos de la trilogía original, los que fueron alterados.