Allí conoció a Carol, con quien se casó en 1961 y tuvo una hija en 1962.
Ese año tomó contacto con el fandom y en 1963 acudió a la primera worldcon.
Hacia 1980 el criadero de perros tenía ya 21 empleados y Resnick pudo dedicarse a la ciencia ficción.
Muchos de sus personajes tienen nombres grandilocuentes y en ocasiones incluye a bardos entre ellos.
Así, muchas de sus historias transcurren en África o tienen personajes africanos.