El rey despide inmediatamente a la niñera del niño sin decírselo al joven para evitar una emotiva despedida.
El doctor Friedrich Jüttner, su nuevo tutor, demuestra ser comprensivo y se hacen amigos para toda la vida.
Más tarde ese día, Karl intenta besar a Kathi, solo para descubrir que está comprometida.
Cuando la lleva a navegar, su remero, Johann Kellermann, les da la espalda para darles algo de privacidad.
Ese mismo día, sin embargo, llega el primer ministro von Haugk con la noticia de que el rey está gravemente enfermo y que Karl debe irse a casa y tomar las riendas del gobierno.
Cuando Karl le pregunta por Kathi, se entera de que ella todavía lo está esperando.
[2] Se decidió entonces por el emigrado alemán Ernst Lubitsch, de treinta y cuatro años.
Lubitsch sintió que tanto Novarro como Shearer estaban mal elegidos,[3] pero no pudo anular las decisiones de casting del estudio.
[6] Lubitsch, un fanático de la autenticidad, aumentó significativamente el presupuesto, lo que enfureció al estudio.
Aunque ahora muchos historiadores del cine la consideran un clásico, estuvo lejos de ser un éxito crítico unánime durante su presentación teatral original.