Tras recuperarse, le lleva unas flores a Hanna para agradecerle su ayuda, y comienzan una apasionada aventura que dura todo el verano.
Michael se escapa con frecuencia para reunirse clandestinamente con su amante, pero pronto sus reuniones incorporan algo más que sexo: Hannah le pide a Michael que le lea en voz alta, y él le lee las obras literarias que está estudiando en la escuela, tales como Emilia Galotti, la Odisea, La dama del perrito de Chéjov, Las aventuras de Huckleberry Finn y el cómic de Tintín Las siete bolas de cristal.
Decide mudarse de casa sin decir nada, y Michael se encuentra el piso vacío.
8 años después, Michael estudia Derecho en la Universidad de Heidelberg, donde acude a unos seminarios impartidos por el Profesor Rohl (Bruno Ganz).
Ilana Mather (Alexandra Maria Lara) y su madre, que lograron sobrevivir al incendio, son los principales testigos de la acusación, y señalan a todas las imputadas como culpables.
También le manda pequeñas notas, a las que él, sin embargo, no responde.
Él va a visitar a Hanna a la cárcel una semana antes de que sea puesta en libertad y le dice que le ha encontrado un lugar donde vivir y un trabajo; pero se muestra distante, rehúye el contacto físico con ella y le pregunta si ha aprendido algo del pasado.
Viaja a Nueva York y se encuentra con Ilana (Lena Olin), quien lo recibe en su lujosa casa.
Ilana accede, aunque hace notar con una sonrisa irónica que el analfabetismo no es un problema particularmente judío.
La escena final tiene lugar en el exterior de una iglesia que Michael y Hanna habían visitado durante su viaje en bicicleta y en la que ella había experimentado una gran emoción al oír la música cantada por los niños del coro.
Michael ha llevado allí a su hija Julia ya adulta (Hannah Herzsprung), y le muestra la tumba de Hanna, comenzando a contarle su historia con ella, mientras la cámara se aleja gradualmente.