La fotografía corrió a cargo de Hal Mohr y W. Howard Greene.
En un intento desesperado por ganar dinero, Claudin envía un concierto de piano, que ha escrito, para su publicación.
Cuando pasa el tiempo y no obtiene ninguna respuesta, Claudin se presenta en la casa de los editores, Pleyel & Desjardins, para averiguar lo que ocurre.
Empieza a oírse una música que viene de la habitación contigua, Claudin se asombra y reconoce su concierto.
Entonces Biancarolli ofrece olvidar todo el asunto si la actuación de Christine no aparece en la prensa.
Se aceptan estas condiciones a regañadientes con gran consternación de Christine y Garron.
Al cabo del tiempo, los propietarios de la Ópera reciben una nota solicitando que Christine sustituya a Biancarolli.
Para atrapar a Claudin, Dubert, que se da cuenta de quién es el fantasma, está planeando no dejar cantar a Christine durante la representación de la ópera rusa (ficticia) Le prince masqué du Caucase (“El príncipe enmascarado del Cáucaso”) para sacar a Claudin a la luz, mientras que Garron planea que el propio Liszt toque el concierto después de la representación.
Mientras Claudin está distraído con la música, Christine se acerca sigilosamente, le arranca la máscara y ve su cara desfigurada por el ácido.
El productor, George Waggner, despidió a Koster y lo remplazó con Arthur Lubin.
[1] Cesar Romero, Boris Karloff, Feodor Chaliapin, Charles Laughton y Broderick Crawford fueron considerados como posibles fantasma en algún momento de la producción, antes de que le ofreciera el papel a Rains.