Carlos finge desdeñar a Diana, quien, precisamente por la indiferencia que aquel muestra, se enamora sin remedio del Conde de Urgel.
En cuanto al lugar, toda la acción transcurre en un palacio acorde con el subgénero de comedia palatina, si bien se introduce la variedad en la unidad alternando el espacio interior con el jardín, que constituye el locus amoenus que propicia las pasiones.
Por tanto, las implicaciones políticas de la comedia no debían ser relevantes, ya que la ambientación general trasluce la lúdica celebración de la paz catalana recuperada y la reintegración del Principado en la Monarquía Hispánica.
El tiempo de la acción es el que más libertad toma, en consonancia con lo habitual en el barroco español.
Del primer acto, que transcurre en verano, al segundo, en que llegamos a Carnaval, transcurren varios meses, si bien, como recomendaba Lope, la elipsis se da entre el primer y segundo acto y, además, está en función de la verosimilitud, pues refuerza la constancia del Conde de Urgel en su estrategia de conquista.