Se encuentra a orillas del río Miño, que hace frontera entre España y Portugal, y próximo a su desembocadura.
Se han encontrado vestigios paleolíticos, que incluyen pinturas rupestres, y de la Edad del Bronce.
En 1879, el rey Alfonso XII le otorga el título de villa.
Son afamados sus vinos que pertenecen a la denominación de origen Rías Bajas que organiza a mediados de julio la "Feria del vino del Rosal", declarada de Interés Turístico en 2016.
El enoturismo y la ruta de los Molinos del Folón y del Picón son la base de un incipiente desarrollo del turismo en el municipio impulsado por la asociación de comerciantes do Rosal y el propio ayuntamiento.