En un concepto más amplio, la denominación «la Raya» también se refiere al espacio geográfico próximo a esta frontera, donde las poblaciones portuguesas y españolas, separadas por una frontera política, comparten de alguna manera elementos históricos, culturales o económicos.A lo largo de su recorrido atraviesa las cuencas hidrográficas del Miño, Limia, Duero, Tajo y Guadiana.De hecho, no en pocas ocasiones los ríos han sido utilizados para delimitar la frontera entre ambos países.Sin embargo, el reconocimiento papal del título de rey a Alfonso Enriques no llegó hasta el 1179.[7][8][9] Ambos reinos se irán extendiendo durante los siguientes años hacia el sur.En la Edad Media la frontera es una amplia zona de terreno de nadie, generalmente móvil e insegura por las frecuentes guerras que además solía estar despoblada, pero también es una franja en la que hay una mayores libertades, oportunidades e intercambios culturales.