En cuanto al aspecto económico, El Alto se ha caracterizado por poseer una gran e intensa actividad comercial.Ya durante la colonización española, a partir de 1600, su nombre cambió a Ichu Kollo, que significa cerro o colina donde abunda la paja, y luego fue denominada Altos de Chacaltaya, por su cercanía con el nevado homónimo.Comunidades antiguas como Charapaqui, Yunguyo y Chiji Pampa correspondientes a la actual Villa Mariscal Sucre tomaron iniciativas para la urbanización.El Alto lideró la movilización en 2003 en lo que se denominó la Guerra del Gas y que marcó un punto de inflexión en la política nacional boliviana, levantándose por la defensa de los recursos hidrocarburíferos (gas y petróleo).[22] La población de El Alto está constituida por migrantes establecidos principalmente durante los años 1976 y 1986.Las entradas festivas patronales que existen prácticamente en todas las zonas son expresión clara de ello.Estas unidades presentan una importante participación del trabajo familiar no remunerado constituyéndose en su principal factor de subsistencia.La diferencia en las lógicas productivas marca la identidad misma de los agentes económicos:los pequeños productores usualmente se definen a sí mismos como artesanos, y muchos utilizan las categorías de “maestro” y “aprendiz” para las ocupaciones del taller.Otro punto importante que diferencia a los actores económicos según su lógica productiva, es la relación con las autoridades.Sin embargo, estas redes no promueven la asociatividad de los pequeños productores, más bien permiten que cada actor económico mantenga al máximo su autonomía con respecto a los demás.En cuanto a las asociaciones gremiales en El Alto, se puede constatar que si bien los pequeños productores usualmente no participan en agrupaciones gremiales en cuanto titulares de talleres, al momento de obtener un puesto de venta en una feria o mercado urbano deben necesariamente afiliarse a un gremio, para formalizar su relación (en tanto comerciantes) con las autoridades municipales (Rossell y Rojas, 2000).Por otro lado, se tiene al grupo social de empresarios aymaras que, hasta ahora ha destacado en la investigación social (Toranzo C. 2008, GuayGua 2010), la vida económica de los empresarios aymaras nos permite saber que copan segmentos importantes del comercio al por mayor y menor en varios rubros, además del transporte y, en menor medida, la manufactura.Cuando se hallan en la actividad comercial diversifican las plazas que ocupan, instalando puestos de venta en diferentes barrios y ferias urbanas.al., 2002) que son intermediarios que compran al por mayor la producción de varios pequeños talleres, para llevarlos a ciudades del interior o a puntos fronterizos, como el Desaguadero (Rossell y Rojas, 2001).Tal parece que en este mercado el propósito no sería la ganancia, sino garantizar la vida de los demás” (Warmis alteñas.El Alto es una ciudad de alta complejidad en lo que hace a su estructura productiva dado que se tienen diversas lógicas productivas, desde la de simple supervivencia hasta la más sofisticada lógica empresarial y, en medio, todas las combinaciones híbridas posibles.Las actividades de comercio y servicios determinan la estructura del mercado laboral en El Alto.Si el análisis se hace a nivel distrital tenemos que los distritos 5 y 8 son los que cuentan con industrias grandes pero no absorben la mayor cantidad de empleo y cuando se analiza por género la diferencia es abismal tienen una tendencia a contratar más empleados varones.En estas cuencas se localiza la Presa Milluni, la cual recibe aportes de los nevados del Huayna Potosí, Charkini y Zongo.Un cálculo directo del volumen de agua almacenada en el acuífero da como resultado 2 475 000 000 m³.Si bien este valor muestra el potencial del acuífero, no representa la cantidad de agua que se puede extraer de él, ni refleja la sobreexplotación a la que actualmente se lo estaría sometiendo.La línea amarilla conecta Ciudad Satélite, en El Alto, con las zonas de Sopocachi y Obrajes en La Paz.La terminal Interprovincial se encuentra en Villa Esperanza del distrito municipal 5, sobre la calle José Arzabe entre Belgrano y calle 7, el cual permite la conexión con localidades vecinas del altiplano, muchas fronterizas con el Perú.La literatura alteña, forjada a partir del encuentro cultural entre las tradiciones rurales y las costumbres urbanas, está contextualizada en un ámbito donde las contradicciones sociales y diversidades lingüísticas que marcan las principales características de las obras creadas por los alteños, en verso o en prosa.[63][64][65] A partir de 2018 la editorial tuvo presencia en ferias culturales y del libro nacionales[66][56] e internacionales.[67][68] En 2019 el Concurso No Municipal de Literatura fue ganador por dos jóvenes alteñas con una crónica sobre su ciudad.Por sus propias características socioculturales, en El Alto han surgido numerosas bandas de música urbana contemporánea.En El Alto también reside la cantante, compositora y activista social Nina Uma considerada "la voz femenina del hip hop andino".Este estilo cuenta entre sus exponentes al arquitecto Freddy Mamani, quien se propuso crear una identidad y estilo arquitectónico totalmente único en el mundo, para poder reflejar de forma ostentosa la cultura nacional y el pueblo aimara boliviano.Arquitectos, como James Law hablaron al respecto: “La extraordinaria vitalidad del trabajo de Freddy Mamani está trayendo una nueva conciencia del patrimonio intrínseco de Bolivia a su sociedad y comunidad en El Alto y La Paz”.
Iglesia Amor de Dios en El Alto.
Vista del
Illimani
desde la Av. Juan Pablo II ciudad de El Alto
Tribunas cubiertas del Estadio Municipal El Alto.
Vista aérea
Vista de la laguna Milluni, ubicada en el norte del municipio, con contaminación minera.