Con esta unidad Lincoln quiso dar un nuevo impulso a la guerra, colocando al mando de la misma a un general, John Pope, que había conseguido algunas victorias en el frente del oeste.
Una vez iniciada la campaña del Norte de Virginia, se le unirían tres C.E.
Pope manifestó pronto su espíritu ofensivo ideando un ataque sobre el ala izquierda confederal sobre Gordonsville a cargo de su II C.E.
Tras un repliegue al río Rappahannock, Pope tuvo que volver a todo su ejército hacia la retaguardia tras un peligroso ataque de Jackson.
Tras el fracaso de los ataques del día 29, el 30 se organizar la contraofensiva confederada dirigida por Longstreet que derrota a Pope, el cual se tiene que replegar hacia Washington.