A efectos de formación, la Unión se dividió en 15 distritos militares.
Aunque era autónoma, Sudáfrica, junto con otros dominios como Australia, Canadá y Nueva Zelanda, dependía del Reino Unido.
Las tropas alemanas estacionadas allí finalmente se rindieron a las fuerzas sudafricanas en julio de 1915.
(Durante la guerra, el ejército sudafricano estaba dirigido por el Mariscal de campo Smuts, que se había reincorporado al ejército desde su puesto como Ministro de Defensa, al estallar la guerra).
Los sudafricanos de color también presenciaron una acción notable con el Cuerpo del Cabo en Palestina.
Ocho sudafricanos ganaron la Cruz Victoria por su valentía, la medalla militar más alta y prestigiosa del Imperio británico.
[9][3] Durante la Segunda Guerra Mundial, muchos sudafricanos hicieron el servicio militar.
La Unión Sudafricana participó junto con otras fuerzas del Imperio Británico en batallas en el norte de África contra el Mariscal de campo Erwin Rommel y su Deutches Afrikakorps, y muchos pilotos sudafricanos se unieron a la Real Fuerza Aérea Británica (RFAB) y lucharon contra las Potencias del Eje en el teatro de operaciones europeo.
La 6.ª División Blindada de Sudáfrica luchó en numerosas acciones en Italia, entre 1944 y 1945.
Durante el ejercicio Orange, realizado en 1956, el ejército probó sus tanques Centurión por primera vez, en un escenario bélico simulado de guerra nuclear.
La FDS, en 1958 contaba con unos 20.000 miembros, creció hasta casi 80.000 hombres en las dos décadas siguientes.
Durante los meses siguientes, el Ejército se vio involucrado en operaciones de combate por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, enfrentándose a grupos del SWAPO que se infiltraban en el suroeste de África.
Por ejemplo, el Comando del Extremo Norte tenía la 73 Brigada Motorizada dentro de su área.
Durante la década de 1980, los requisitos legales para el servicio nacional eran registrarse para el servicio a los dieciséis años y presentarse al servicio cuando era llamado a filas, lo que generalmente ocurría en algún momento después de que un hombre cumpliera los dieciocho años o al dejar la escuela secundaria.
Las obligaciones de servicio nacional podían cumplirse mediante el servicio militar activo durante dos años y sirviendo en las reservas, generalmente durante diez o doce años.
En ella la superioridad sudafricana quedó demostrada por varias operaciones en territorio enemigo.
Las unidades helitransportadas atacaron bases del SWAPO en Zambia y Angola.
En ataques más grandes sus unidades mecanizadas invadieron Angola desde casi el primer momento de su independencia y llegaron incluso a asediar su capital, Luanda, hasta que la intervención cubana y la negativa de Estados Unidos a proporcionarles más armas si seguían avanzando les hicieron retroceder.
La base era para los sudafricanos un centro logístico del SWAPO y para los namibios un campo de refugiados, según el CICR era ambos cosas al mismo tiempo.
Algunas de las fuerzas más destacadas de las SADF, como los Recces, sólo estaban formadas por blancos y en algunas ocasiones dejaban entrar a desertores del SWAPO, útiles por la información y experiencia que podían aportar.
La ofensiva empezó bien, el ejército angoleño consiguió penetrar cientos de kilómetros sin que la UNITA pudiera detenerlos.
Sudáfrica decidió intervenir en apoyo a Savimbi y lanzó sus fuerzas contra los flancos de las FAPLA, que se vio sorprendida y no tuvo más remedio que replegarse al norte.
Las fuerzas sudafricanas apoyadas por la UNITA se lanzaron entonces a una contraofensiva que les hizo recuperar territorio de forma rápida y contundente.
Cuba puso como condición tener el control de las operaciones (en detrimento de los generales soviéticos) y respondió enviando a la zona efectivos que triplicaban a las fuerzas sudafricanas.
Sin apoyo aéreo, las fuerzas sudafricanas no tuvieron más remedio que replegarse, esta vez perseguidas de forma coordinada por angoleños y cubanos.
Para garantizar la superioridad aérea, Cuba construyó un aeropuerto en la aldea de Cahama que permitía a sus aviones atacar las bases sudafricanas en Namibia.
Aunque el personal no blanco sirvió como trabajadores desarmados en el ejército en ambas Guerras Mundiales, varios de ellos fueron empleados en unidades segregadas durante la Guerra de la Frontera, y varias unidades fueron completamente desegregadas, no fue hasta 1994, cuando Sudáfrica alcanzó la democracia plena, que el ejército en su conjunto quedó abierto a ciudadanos de todas las razas.
También pueden llevar a cabo su mandato sin la ayuda del Ejército congoleño.
Sudáfrica ha comprometido 2900 soldados para la misión, de los 38 572 efectivos militares activos en el país.
Según los procedimientos operativos estándar del ejército sudafricano, si 2900 soldados sudafricanos están en el teatro de operaciones en combate activo, 2900 entrenando y preparándose para reemplazar al personal en servicio activo, y 2900 están en reposo y recuperación, entonces Sudáfrica ha comprometido al 22% de su personal del ejército en la región.