Egoísmo moral

Permite sin embargo de manera opcional realizar acciones que ayuden a otros con la finalidad de que ayudar nos repercuta en un beneficio propio, tomándolo como un medio para lograr algo provechoso para uno mismo.

Este razonamiento nos lleva a la siguiente situación: Si el egoísta ético estuviese en una posición tan ventajosa que le garantizase su propia seguridad ante los demás, nada le impediría hacer a estos lo que él no quisiera que le hicieran, por ello el egoísmo moral encaja dentro del relativismo cultural.

Se afirma que el egoísmo ético no puede resolver conflictos de interés.

Kurt Baier, escritor del libro The Moral Point of View (1958) dice que el egoísmo ético no puede ser correcto porque no puede dar soluciones a los conflictos de interés.

Sin embargo y, como respuesta, los partidarios del egoísmo ético afirman que el acuerdo pacífico o negociación que permite solucionar un conflicto de interés, puede ser benéfico para todos los egoístas involucrados.

El dilema del prisionero, en teoría de juegos, muestra que aun cuando las actitudes cooperativas puedan suponer un sacrificio inmediato de intereses individuales, a largo plazo la cooperación beneficia a todas las partes en juego.