Se aparta del principio vigente entre los antiguos astrónomos de movimiento circular uniforme puesto que la velocidad angular ya no es constante con respecto al centro del círculo, sino con respecto a un punto distinto de este, el punto ecuante (en latín: punctum aequans).
Si Copérnico no utilizó el punto ecuante en su modelo heliocéntrico fue porque usó otro dispositivo basado en movimientos circulares uniformes en estricto respeto a la tradición.
[4] Ptolomeo utilizó un modelo excéntrico, modificado por la introducción de un punto adicional: el ecuante.
Este modelo permitió a Ptolomeo dar una explicación satisfactoria del movimiento de los planetas en longitud.
[6] El movimiento de los planetas en latitud seguía siendo la gran debilidad del sistema ptolemaico.
[7] La utilización del ecuante suponía la introducción de un movimiento circular no uniforme con respecto a su centro.
Esta suposición entraba en contradicción con los principios físicos aristotélicos y constituyó un problema[8] para los astrónomos que buscaron deshacerse del punto ecuante por medio de movimientos circulares uniformes.