Hofstadter es políglota; además de inglés, su lengua materna, habla perfectamente italiano, francés y alemán; en orden descendente de fluidez, habla ruso, español, sueco, mandarín, neerlandés, polaco e hindi.
A mediados de los años sesenta pasó algunos años en Suecia, en donde aprendió sueco; también el conocimiento del alemán, francés e italiano se puede atribuir en parte al haber pasado un año de su juventud en Ginebra.
Entre sus intereses están la música, los temas de la mente, la creatividad, la conciencia, la autorreferencia, la traducción y los juegos matemáticos.
En 1979, publicó Gödel, Escher, Bach: un eterno y grácil bucle (también conocido como GEB), un voluminoso libro que se convirtió en un sorprendente éxito de ventas donde se anudan la lógica matemática, la biología, la psicología, la música y la lingüística en torno al fenómeno de la autorreferencialidad.
Arremete contra el prejuicio cartesiano del alma como «pájaro enjaulado» en un solo cerebro: Su traducción al español (Luis Enrique de Juan Vidales) apareció en Barcelona en noviembre de 2008 (Metatemas-Tusquets Editores España) como Yo soy un extraño bucle.