Su origen se remonta a la asociación protectora de las niñas pobres fundada por las hijas de la caridad, al ser expulsadas del país, Saldanha se encargó de la obra, fundando para ella su propia congregación, afiliada a la Orden de Predicadores.
Las primeras religiosas se formaron con las dominicas irlandesas.
En 1868 regresaron a Portugal y se establecieron en Lisboa.
[1] Las dominicas portuguesas se dedican a la educación y a la atención de los enfermos.
En 2017, el instituto contaba con 296 religiosas y 45 comunidades,[1] presentes únicamente en Albania, Angola, Brasil, Mozambique, Portugal y Timor Oriental.