Más hacia el sur prosigue en manchones por el oeste de Santa Cruz, pero desde el paralelo 51° S hasta la costa norte del estrecho de Magallanes en Chile, cubre todo el extremo continental, desde los bosques subantárticos por el poniente hasta el océano Atlántico por el oriente.
Junto a las pequeñas lagunas, arroyos y ríos, se presentan vegas o mallines.
Sobre un visible suelo desnudo, la vegetación se muestra como un mar de gramíneas bajas y duras del tipo del coirón, las que cuentan con espinas, resinas y esencias que las tornan desagradables para los herbívoros.
La vegetación toda presenta adaptaciones para soportar déficit hídricos prolongados junto con fuertes vientos y la nieve invernal.
Los suelos son ricos en materiales finos, y cuentan con bastante materia orgánica; su reacción es ligeramente ácida.
En sectores medanosos dominan Plantago maritima, y Senecio patagonicus, acompañados por Adesmia lanata, Azorella monantha, Perezia recurvata, etc.