Dirección General de Libertad Religiosa

[3]​ Este órgano directivo estaba totalmente centrado en las relaciones con la Iglesia católica y el fomento y protección de la religión católica, sin referencias a las relaciones con otras confesiones.

Así, esta norma, que consagró la libertad religiosa y la igualdad entre confesiones, supuso que la Dirección General ampliara sus competencias al resto de religiones, por lo que se renombró como Dirección General de Asuntos Religiosos.

[5]​ En 1991, una pequeña reforma creó una nueva Subdirección General de Asuntos Religiosos.

[10]​ En el año 2000, las subdirecciones se renombraron como Subdirección General del Registro y Relaciones Institucionales y Subdirección General de Coordinación y Promoción de la Libertad Religiosa tras una redistribución de competencias entre ellas.

[16]​[17]​ De la Dirección General depende un único órgano directivo:[1]​