[2] Se considera una enfermedad crónica, progresiva y mortal por la Asociación Médica Estadounidense, al igual que otras drogodependencias.
Esta enfermedad no solo afecta al adicto sino también la vida de todo aquel que se encuentra a su alrededor.
[4] Hasta el momento no existe alguna causa común, aunque varios factores genéticos y ambientales pueden desempeñar un papel importante en su desarrollo.
[10] Existen dos tipos: El alcohol (vino, cerveza o licor) es la principal causa evitable de anomalías congénitas físicas y mentales.
Las características de los niños con SAF son: ´*Dicultad para caminar, también puede tener dificultades mentales así como otros problemas .
A esto se le llama «tolerancia aumentada» y desencadena un mecanismo adaptativo del cuerpo hasta que llega a un límite en el que se invierte la supuesta resistencia y entonces «asimila menos», por eso tolerar más alcohol es en sí un riesgo de alcoholización.
[cita requerida] Las defunciones por accidentes relacionados con el alcohol (choques, atropellamientos y suicidios) ocupan los primeros lugares entre las causas de muerte en muchos países.
El principal motivador del abuso de alcohol durante la escuela secundaria es la convivencia frecuente con consumidores habituales.
En esa etapa se inicia el proceso para convertirse en futuros adictos, porque es cuando el niño o adolescente enfrenta cambios cruciales en su vida.
Esto provoca en ellos tensión, angustia y en muchas ocasiones frustración, que detonada por el alcohol puede manifestarse de modos muy destructivos.
Los límites son indispensables porque acotan los parámetros dentro de los que se pueden desarrollar y divertir los jóvenes.
[16] Estudios científicos han demostrado que el alcohol es adictivo para todas las personas sin excepción, pero cuando el consumo se inicia en la adolescencia, esa adicción aumenta por lo menos cinco veces.
Una persona con un complejo de inferioridad, entre otros ejemplos, es más propensa a la poca resistencia al alcohol, pero no es una regla general.
[23] Según la OMS, estos son los países iberoamericanos con mayor índice de alcoholismo per cápita:[24][25]
La Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) recomienda visitar a un psicólogo para que este evalúe los problemas derivados del alcoholismo.