Curiosidad

Confiere una ventaja de supervivencia a ciertas especies y se puede encontrar en sus genomas.

Berlyne mencionó cuatro variables collativas: novedad, complejidad, incertidumbre y conflicto.

Al mismo tiempo, sugirió que todas las variables collativas probablemente implican conflicto.

[5]​ Aunque los seres humanos son considerados particularmente muy curiosos, dicho comportamiento no se verifica en ellos con mayor frecuencia que en individuos de otras especies.

Un ejemplo de curiosidad mórbida es el conocido como «efecto mirón», por el que los conductores aminoran la velocidad para poder ver el o los vehículos siniestrados en un accidente de circulación, produciendo frecuentemente atascos y, en ocasiones, nuevos accidentes por distracción.

Sin embargo, estudios recientes han aportado algunos conocimientos sobre los mecanismos neurológicos que conforman la denominada vía de recompensa[6]​ que pueden incidir en características asociadas a la curiosidad, como el aprendizaje, la memoria y la motivación.

Debido a la naturaleza compleja de la curiosidad, la investigación que se centra en procesos neuronales específicos con estas características puede ayudar a crear una mejor comprensión del fenómeno de la curiosidad en su conjunto.

El impulso para aprender nueva información o realizar alguna acción suele iniciarse por la anticipación de recompensa.

La rápida liberación de dopamina observada durante la infancia y la adolescencia es importante en el desarrollo, ya que la curiosidad y el comportamiento exploratorio son los mayores facilitadores del aprendizaje durante los primeros años.

Esto ayuda a que alguien evalúe la situación o el entorno desconocido y atribuya valor al objeto novedoso.

[8]​[9]​[10]​ El núcleo caudado, es una región del cerebro que responde altamente a la dopamina.

Dado que los recursos cognitivos y sensoriales son limitados para comprender y evaluar diversos estímulos, la atención permite al cerebro centrarse mejor en lo que percibe como lo más importante o relevante de estos estímulos.

[12]​ El precuneus es una región del cerebro que participa en la atención, la memoria episódica y el procesamiento visoespacial.

Como se ha mencionado anteriormente, los estímulos que son novedosos tienden a captar más nuestra atención.

[10]​ La amígdala se asocia a menudo con el procesamiento emocional, particularmente para la emoción del miedo, así como con la memoria.

Varios estudios analizan la curiosidad de los niños simplemente observando su interacción con juguetes novedosos y familiares.

[21]​ Se ha encontrado evidencia de una relación entre la ansiedad que pueden sentir los niños y su curiosidad.

[21]​ Los investigadores también han estudiado la relación entre la reacción del niño a la sorpresa y la curiosidad.

«La curiosidad mató al gato» es una frase que proviene de otra expresión mexicana de Monterrey, «la preocupación mató al pato» (ya que los patos son muy curiosos), que advertía que preocuparse en exceso es malo para la salud. Transcurrido el tiempo, la palabra preocupación se convirtió en un pato .
Los niños se asoman por encima de los hombros para ver lo que leen sus amigos
Una multitud de personas se agolpa cerca de un accidente automovilístico en Checoslovaquia .
Vía de la dopamina en el cerebro.