Dialecto de prestigio

Es posible que haya una tendencia para asimilar el propio uso del idioma (idiolecto) al dialecto favorecido (el prestigio positivo), o para abandonar un dialecto de la estima baja (el prestigio negativo).

Los estudios, especialmente los de William Labov, han mostrado que los cambios en el lenguaje son típicamente de dos tipos, los cambios desde arriba (o conscientes), en los que influye más el prestigio manifiesto, y los cambios desde abajo (o inconscientes) en los que influye más el prestigio encubierto, que favorece típicamente el habla de las clases obreras o los grupos marginados.

Diversos estudios sociolingüísticos han mostrado claras diferencias según el sexo; las mujeres, especialmente las de clase media son más susceptibles de percibir y adoptar los cambios del dialecto con prestigio manifiesto, en tanto que entre los hombres, especialmente los de clase obrera, hay tendencia a mantener sus peculiaridades lingüísticas, que para ellos tienen prestigio encubierto.

Cuando un dialecto de prestigio es prescrito como la norma por las instituciones dominantes, típicamente solo a nivel escrito, se convierte también en una lengua estándar.

Así han hecho los escoceses, para distinguir su lengua del inglés.