[2] Los primeros misioneros católicos que evangelizaron la Guayana Francesa fueron los capuchinos, cuya presencia en el territorio está atestiguada a partir de 1643: se conocen dos frailes de esta misión, Jean-Baptiste de Dieppe y Bernardin du Renouard.
El último superior jesuita, Alexis Ruel, permaneció en Guayana, como simple sacerdote misionero, hasta 1768, cuando fue llamado a Francia.
Tras la expulsión de los jesuitas, la misión sufrió mucho, hasta que en 1775 fue encomendada a la Congregación del Espíritu Santo, cuyos religiosos son comúnmente llamados padres espiritanos.
El 10 de enero de 1933, con el breve Quae catholico nomini del papa Pío XI, la prefectura apostólica fue elevada a vicariato apostólico.
[3] El vicariato fue erigido en diócesis el 23 de febrero de 1956, mediante bula Qua sollicitudine del papa Pío XII, asumiendo el nombre actual.