En 1999 desatendiendo necesidades básicas de la población ecuatoriana como la sanidad, la educación, la vivienda y otras infraestructuras necesarias para su desarrollo.
Estas características hacen que pueda considerarse como deuda odiosa o ilegítima.
Es necesario distinguir en esta historia, dos fases, la primera es la deuda de la independencia, desde los inicios del siglo XIX.
La segunda fase comprende el último cuarto del siglo XX, cuando Ecuador se convierte en un rico exportador de petróleo, lo que llevó a instalar la idea del boom petrolero, y continúa presente hasta la actualidad.
Para pagar las obligaciones del endeudamiento externo, el país debía cumplir ineludiblemente con las disposiciones de los organismos financieros internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional que siempre exigían planes de ajuste estructural lo que llevaba inevitablemente a priorizar las obligaciones financieras del Estado, en desmedro de las obligaciones sociales para el pueblo ecuatoriano.
Para Eloy Alfaro la deuda es el Nudo gordiano de Ecuador ya que impedía el desarrollo económico y social lastrado por los programas de ajuste estructural (paquetazos económicos) provocados por el endeudamiento externo.
En esa época eran potencias mundiales: Francia, Inglaterra y los Estados Unidos, quienes tenían sus propios intereses sobre las colonias españolas, Francia estaba en guerra con España, Estados Unidos interesado en posponer la libertad de los criollos y mestizos hasta que ellos pudieran beneficiarse y no Inglaterra, los ingleses interesados en disminuir el poderío español en América.
Esta situación hizo que Eloy Alfaro considerara la deuda inglesa como “Gordiana”, es decir, insoluble.
En la medida en que se agudizaba la crisis económica con la consiguiente inestabilidad política, el Ecuador recurrió otra vez al apoyo financiero del FMI, contratando nuevos créditos, y el país tuvo de aceptar las recomendaciones fondomonetaristas y adecuarlas a su política económica.
A partir de 1972, la producción y comercialización externa del petróleo toman impulso.
Este período se da «durante el triunvirato militar encabezado por el vicealmirante Alfredo Poveda, empezó el endeudamiento agresivo de la Dictadura Militar, paradójicamente cuando nuestro país tenía una economía boyante, producto de la explotación y exportación petrolera».
[7] Durante la primera mitad de la década existió un endeudamiento moderado debido a que la dictadura militar dispuso cautela para el endeudamiento externo, pero esta actitud cambió en la segunda mitad de los años 70 regida también por militares.
Los años ochenta se inician con cambios importantes de orden político y económico, estos son: el retorno en 1979 al régimen democrático y, el agravamiento de los desequilibrios económicos que venían acumulándose desde la década anterior.
Cabe recalcar que dichos pagos nunca fueron efectuados y el Estado Ecuatoriano asumió enteramente la deuda de los empresarios.
En el gobierno de León Febres Cordero, el plazo de pago en sucres al Banco Central se amplió de tres a siete años y se congelaron los intereses, así la deuda del estado frente a los acreedores crecía constantemente por la devaluación del sucre frente al dólar, mientras que para los empresarios esta deuda era cada vez más pequeña.
En esta negociación también se incluyeron 1600 bonos que correspondían a la deuda externa privada de los empresarios y banqueros.
Se emitieron USD 3,950 millones en bonos Globales y el descuento promedio ascendió al 40 % del monto nominal original.
León Febres-Cordero denunció a Gustavo Noboa y su equipo económico por esta renegociación y porque el Decreto Ejecutivo que lo permitía disponía el uso de los nuevos bonos exclusivamente para ser canjeados por los bonos anteriores, pero su equipo económico compró parte de esa emisión para el Banco del Pacífico, banco privado local con capital estatal.
En 2001 se realizó la reestructuración de las obligaciones comerciales contraídas por los bancos ecuatorianos que estaban en “saneamiento cerrado” en poder de la AGD y que fueron garantizadas por el gobierno del Ecuador, a través del Acuerdo Barclays.
En cuanto al endeudamiento por parte del sector privado, este empieza a tomar mayor representatividad a partir de 1995, año en que alcanza el 7.7 % del PIB y llega hasta el 15.2 % en 1999.
Rafael Correa, Ministro de Economía y Finanzas en 2005 ya consideró que el 80 % del dinero obtenido por el petróleo ecuatoriano debía destinarse a la población y solamente el 20 % al pago de la deuda, ante las amenazas del Banco Mundial dimitió como ministro alegando que no iba a someterse al mandato del Banco Mundial.
[8][9][10][11] Hasta el primer semestre del año 2016 el actual gobierno alcanzaría una deuda externa de $37.000 millones.
Entre 2014 y 2017, Ecuador concurrió varias veces al mercado internacional para ofrecer bonos de deuda externa 11.740 millones.
[19] Tras la pandemia por coronavirus, el gobierno renegoció la deuda externa de bonos para pagarlos hasta 2040, en lugar de hasta 2030,[20] así como la deuda con China adquirida en el período anterior[14] consistente en reprogramar a futuro pagos que suman $417 millones[21] y una ampliación del financiamiento con el FMI y otros organismos internacionales por $6500 millones.
El gobierno ecuatoriano estima una reducción de $ 745 millones en pagos a China Development Bank hasta 2024 y se calcula en $ 680 millones las reducciones en pagos a Eximbank China hasta 2024.
Para comparar, en 2021, el 78% de la producción petrolera ecuatoriana estaba destinada a las preventas suscritas entre 2011 y 2016.
Además, en esta renegociación se establece la obligación de China de vender, al menos, el 30% su volumen adquirido en refinerías ubicadas en Asia, para evitar que China venda petróleo ecuatoriano en Occidente.