No debe confundirse con delírium o síndrome confusional agudo, pues son entidades diferentes.
No debe confundirse con confabulación, dogma, ilusión, alucinación y otros efectos de percepción alterada.
[cita requerida] El concepto de delirio suele usarse dentro del contexto neurológico o psiquiátrico.
En el lenguaje cotidiano, describe una creencia que es falsa, extravagante o derivada de un engaño.
Los delirios suceden normalmente en un contexto neurológico, aunque no están vinculados a ninguna enfermedad en particular y se ha encontrado que ocurren en el contexto de muchos estados patológicos (físicos y mentales).
El delirio o idea delirante debe cumplir varios requisitos: Estos requisitos son necesarios porque hay muchas ideas que pueden ser sostenidas con firmeza y convicción más o menos incorregibles por diversas personas (por ejemplo, ideas religiosas o políticas) y, sin embargo, no constituir delirios: se requiere que el proceso por el que se llega a la convicción sea inadecuado.
El delirio no se diagnostica por la convicción de «ser portador de una verdad que revelar» (muchas personas podrían decir algo parecido), sino por la forma extravagante por la que llega a esa convicción (haber escuchado su nombre por la televisión).
[cita requerida] Generalmente, ante la argumentación de que eso no tiene lógica, el sujeto persiste en su convicción.
Quizás la forma más fácil de diferenciarlos del delirio verdadero es que este es «apodíctico», es decir, irreductible a cualquier contrastación racional, y parten de un conocimiento personal no compartido e incierto.
En este caso, el delirio no deja de ser un delirio porque más tarde se compruebe que el contenido es cierto o porque la pareja haya optado realmente por llevar a cabo la conducta de la que se le acusa.
Esta novela en particular se aplicó luego a contextos clínicos de la vida real.
[11] Otra dificultad con el diagnóstico de los delirios es que casi todas estas características pueden encontrarse en creencias "normales".
Muchas creencias religiosas presentan exactamente las mismas características, pero no se consideran delirantes de forma universal.