Delia Giovanola

Estudió en la escuela Mary O. Graham y se graduó de maestra, al igual que su hermana.

[6]​[2]​[7]​[3]​ Tras la desaparición de su hijo, buscó durante varios meses a sus familiares sola y sin apoyo.

Giovanola empezó a realizar habeas corpus por su hijo y nuera, pero después comenzó por su nieto nacido en cautiverio.

La madrina asignada a Delia en 1978 para la búsqueda de Martín era François Becuwe, quien escribió cartas reclamando por el nieto de Delia a diferentes personalidades argentinas.

Mantuvo correspondencia con Delia hasta fines de los años ochenta.

Tuvo dos hijos y trabajó en la secretaria de Derechos Humanos del Banco Provincia.

Durante años participó del activismo de Abuelas y de HIJOS, y le escribió cartas a su hermano desaparecido hasta que en 2011 se suicidó sumida en una depresión.

Finalmente, expresó: «Quiero verlo, conocerlo, dentro mío hay amontonados 39 años».

[10]​[11]​[12]​ Martín, por su parte, se comunicó con su abuela el mismo día del anuncio y hablaron por alrededor de una hora, en la cual Martín le preguntó a Delia sobre su vida.

Tampoco era posible recurrir al sistema judicial, ya que los jueces argentinos rechazaban sistemáticamente los recursos de habeas corpus.

La propuesta surgió de Azucena Villaflor, luego desaparecida y asesinada por la dictadura:

Para llamar la atención las mujeres decidieron cubrirse el cabello con un pañal de tela blanco.

Mariani había sido impulsada a agruparse con otras abuelas por Lidia Pegenaute, una abogada que se desempeñaba como asesora de menores en los tribunales de La Plata, donde aquella intentaba infructuosamente encontrar alguna solución para su caso.

Delia Giovanola durante una editatón realizada por Wikimedia Argentina en 2015.