Hebe de Bonafini

La reivindicación con Sting se repitió durante el cierre de la gira Derechos Humanos Ya!

En 1991, Bonafini en una emisión del programa El perro verde que conducía el periodista español Jesús Quintero, tildó al entonces presidente Carlos Menem de «basura», por lo cual el mandatario le inició una causa por «desacato».

Luego, esa figura fue derogada, y la querella intentó cambiar la carátula a «injurias».

Allí, Hebe regaló su pañuelo blanco a Bono, inspirado en estas luchas con su militancia en Amnistía Internacional.

En 2009, comenzó a dar clases de cocina y política en ese centro.

Entre 1978 y 1981, se comenzó a concitar el apoyo de diversos organismos internacionales, se cree que esta solidaridad contribuyó a que, años más tarde, algunas de sus demandas fuesen incorporadas por los partidos políticos y otros movimientos sociales.

Al respecto, Jelin destaca que «al plantear esta consigna sin concesiones, las Madres se ubican en un extremo del espectro de reivindicaciones, y desde entonces los demás organismos se irán moviendo a su alrededor, acercándose o alejándose de la consigna».

La Asociación y Hebe acusaron la complicidad oficial, ya que se encuentra cercana al Departamento Central de Policía y al lado de un local con custodio durante las 24 horas.

[…] El día del atentado yo sentí que había hombres y mujeres muy valientes.

Afganistán no tiene ni escuelas, está todo destruido, viven en las montañas, ¿qué van a bombardear?

Ese miedo que nos metieron a nosotros todo el tiempo, con la persecución, con la desaparición y con la tortura, ahora lo vive el pueblo norteamericano entero.

[19]​ Bonafini firmó una declaración junto a la vicepresidenta de Madres, Mercedes Meroño (quien no había estado durante la entrevista)[16]​ en la cual negó tanto los dichos, como cualquier connotación antisemita.

[21]​ El dirigente piquetero Raúl Castells, quien se encontraba allí realizando una huelga de hambre, repudió a Bonafini, llamándola nazi.

Este gesto se interpreta como un signo político de apoyo.

[37]​ Por esto, el juez Marcelo Martínez de Giorgi la citó para prestar declaración indagatoria.

[38]​[39]​ El 4 de agosto de 2016, a los ochenta y siete años, Bonafini rehusó por segunda vez comparecer ante el juez Giorgi en la causa Sueños compartidos, enviándole una carta en que afirmaba haber aportado abundante documentación, que no habría sido leída por el juez.

Junto a los manifestantes, dirigentes políticos acompañaron a Bonafini: Andrés Larroque, Oscar Parrilli, Teresa Parodi, Martín Sabbatella, Hugo Yasky, Roberto Baradel, Carlos Zannini, Axel Kicillof, Juan Cabandié, Edgardo Depetri, Leopoldo Moreau, Luis D'Elía.

[41]​ Esa noche, otros dirigentes se hicieron presentes en su sede, entre ellos Máximo Kirchner.

Hebe de Bonafini en una reunión con la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner.
Hebe (tercera desde la izquierda) con el Premio Extraordinario Bicentenario de la Revolución de Mayo a los Derechos Humanos junto a Estela de Carlotto , otras galardonadas y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner .