Amabilidad

[3]​ Se manifiesta en varios comportamientos humanos positivos, como ser afable (de trato agradable, dulce, suave),[4]​ complaciente y afectuoso.

[5]​ Las personas amables (es decir, dignas de ser amadas) son percibidas como generosas, solidarias, cooperativas, atentas y consideradas.

[8]​ Lo opuesto de ser o hacerse amable es ser o hacerse odioso, manifestándose tal cosa en los comportamientos negativos opuestos (ser egoísta, irrespetuoso, descortés, grosero, ofensivo, huraño, asocial, misántropo, antipático).

La amabilidad aparece en varias teorías de la personalidad como un rasgo o factor esencial.

En La gran moral (libro primero, capítulo XXVIII) Aristóteles dedica un pasaje a la amabilidad, identificándola con el buen humor como equilibrio entre extremos:

Sonrisas y abrazos son manifestaciones físicas de una personalidad amable en el lenguaje corporal y la comunicación no verbal , [ 1 ] ​ y son más difíciles de disimular en cuanto a su sinceridad ( verdad , ingenuidad , ausencia de mentira , engaño, fingimiento o malicia ) que el lenguaje hablado o escrito ; a causa de las microexpresiones que se perciben de forma inconsciente al haber evolucionado como parte del complejo sistema de relaciones interpersonales de la sociabilidad humana, nos causan atracción o rechazo y también nos hacen susceptibles a distintas formas de manipulación . [ 2 ]
El principio de las filosofías y religiones de la India conocido como Karma plantea la existencia de una energía trascendente (invisible e inmensurable) que se deriva de los actos de las personas. De acuerdo con las leyes del karma , cada una de las sucesivas reencarnaciones quedaría condicionada por los actos realizados en vidas anteriores.