Inició su carrera como periodista en los años 30, profesión que compatibilizó con la militancia política en el Partido Socialista.
[2] En la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini colaboró en los periódicos El martillo y Mercurio, y en 1932 inició su militancia en el ala izquierda del Partido Socialista,[3] a la vez que trabajaba como periodista en Última hora, precursora de Crítica.
Los tripulantes se reunieron y consideraron desfavorable para sus propias vidas el propósito de aquel.
[5]Los tripulantes, en pleno ejercicio del “poder obrero”, llevaron el Santo Tomé a Valencia, en manos republicanas.
Los ciegos recitaban tantas veces o más El testamento de mi suegra, un recientísimo himno proletario.
Un aire, si no viento, triunfal alentaba como un gran acto de inocencia.
En su estadía en la capital conoció al poeta chileno Pablo Neruda y al escritor francés André Malraux, que lideraba una misión aérea enviada por el gobierno francés –la Escuadrilla España– en apoyo de la República.
Su foto, con su mechón y los inevitables anteojos de carey, se había hecho familiar en la prensa partidaria.
Era Dardo Cúneo uno de los dirigentes juveniles más activos, militante desde su adolescencia, con una relevante obra intelectual en su haber.
Según este historiador, Cúneo solicitó que el Comité Ejecutivo del Partido Socialista gestionara su libertad.
Ante la negativa del partido, la solicitud de libertad se dirigió directamente al Gobierno peronista.
Tanto Cavalleri como Borlengui habían sido compañeros de Cúneo en las Juventudes Socialistas.
Después de visitar a su hijo en el hospital, acompañado por tres policías, Cúneo fue conducido ante Borlenghi en la Casa Rosada.
Cúneo renunció al Comité Ejecutivo con estas palabras:“Las directivas de nuestro Partido consistieron en luchar contra el peronismo, no sólo sin explicarlo en cuadro completo con respecto a sus causas generadoras, sino en alianza frecuente con esas causas.
No se reparó en pactar con la vieja infamia para combatir a la nueva, es morir junto a una y otra infamia...”.Poco después, Cúneo fue expulsado definitivamente del partido con el voto mayoritario de los afiliados.
Con ella, nuestra esperanza”, escribía Cúneo en Acción Socialista definiendo claramente su postura.
Al igual que en otro texto de 1953: “En el camino andado en derechos populares, hacia atrás ni un paso.
Guillermo Estévez Boero, que se había incorporado a Acción Socialista en 1954, trabajó durante años en la refundación de un nuevo partido socialista, algo que consiguió en 1972, con la creación del Partido Socialista Popular (PSP), formación que cosechó sus mejores resultados en la provincia de Santa Fe, donde ha gobernado durante largos años.
En sus páginas colaboraban, entre otros, intelectuales y políticos de diversas orientaciones como Vicente Fatone, Ernesto Sábato o Raúl Scalabrini Ortiz.
Junto a su familia, Cúneo vivirá en aquellos años en el exclusivo barrio de Georgetown, algo que le permitió una relación cercana con los intelectuales del Grupo Kennedy, en especial con Arthur M. Schlesinger Jr.
En aquellos años, Dardo Cúneo publicó varios libros donde profundizó su visión integradora de América Latina, en la cultura y la historia del continente.
Derrocado el Gobierno de Frondizi, Dardo Cúneo volvió a la Argentina.
Junto a su anterior trabajo, El desencuentro argentino (1964), son dos piezas fundamentales para entender los problemas argentinos, entre las inmensas posibilidades y riquezas del país, de su sociedad y de sus expresiones políticas.
Dardo Cúneo fue tomado prisionero en una de las escuelas rurales, pero consiguió escapar y llegar en barco a Puerto Rico.
Carlos Ulanovsky, periodistaAntes de viajar a España, en 1936, Dardo Cúneo había conocido a una joven y prometedora actriz llamada Fanny Speisky, aunque se presentaba en los escenarios con el nombre artístico de Fanny Yest (“aquí está” en ruso).
En 1940 se casaron y tuvieron el primero de sus dos hijos, Dardo Gregorio.
Además de sus numerosos ensayos políticos, biográficos e históricos, contribuyó al pensamiento latinoamericano con ensayos cortos publicados en las revistas Sur, dirigida por Victoria Ocampo, que nucleó a los intelectuales más significativos del momento, y en Cuadernos Americanos, publicación del Fondo de Cultura Económica de México, expresión intelectual y política de la lucha por la democracia y la integración americana, dirigida por el historiador y economista mexicano Jesús Silva Herzog.
Este último poema contó con dos ediciones, una ilustrada por el pintor Luis Felipe Noé y la otra por Antonio Seguí.
Sin embargo, las referencias cruzadas al fusilamiento de Manuel Dorrego están presentes en el poema.
En la antología Experiencia de la poesía, se recoge prácticamente toda su obra poética.