Dani Benítez

Dani cuenta que si no llega a ser por el fútbol estaría tirado en la calle como el resto de sus amigos en Mallorca.

En su primer año en el equipo bermellón en la temporada 2001-02, Dani actuó con el Mallorca B de cadetes.

En la temporada 2002-03 juega con el primer equipo cadete, proclamándose campeón de Mallorca y Baleares.

Ese mismo año debuta con el equipo juvenil que milita en División de Honor y entra en la selección española Sub-16.

En la temporada 2005-06, a pesar de estar aún en categoría juvenil, da el salto al filial, con el que juega en Tercera División.

Dani describió su vida con la famosa frase "Mi vida loca" que lleva tatuada y la canción «A quién le voy a contar mis penas» del cantaor Canelita dado que le gusta mucho el flamenco.

La temporada siguiente debutó con el Granada CF en la Liga Adelante, haciendo una extraordinaria temporada con el número 11 a la espalda, acabando en la 4ª posición y así clasificándose para jugar los "play offs" de ascenso a la Liga BBVA.

Tras el épico ascenso conseguido por Dani Benítez y el Granada CF el jugador es seguido por grandes clubes como el Valencia CF, Real Betis Balompié e incluso el Sevilla Fútbol Club pero este desistimaría su fichaje debido a unos informes negativos respecto a su vida privada.

Se habló de un posible traspaso hacia un club más grande pero el presidente del Granada, Quique Pina, le negó la salida al jugador.

En sus propias palabras Dani cuenta: "no supe asimilar que en Granada yo era como un héroe" y "la cocaína solo lleva a arruinarte la vida".

Tras un entrenamiento, y por querer cambiar las condiciones contractuales con la entidad oscense, rescindió el contrato con dicho club.

[9]​ Consiguió ascender en su primera temporada a Segunda B tras más de 30 años en la Tercera División española.

En sus propias palabras a pesar de tener ofertas en categorias mas altas y por mas dinero prefirió el plan del Arenas para integrarse en el club y formar a los jovenes de la cantera tanto deportivamente como personalmente.