Díptico de Wilton

En la tabla de la izquierda está representado el rey Ricardo II arrodillado, acompañado de sus santos protectores: el rey Eduardo, san Edmundo Mártir y san Juan Bautista.

En la tabla derecha se ve la Virgen María con el Niño en brazos, ambos rodeados por once ángeles, contra un fondo de oro y a sus pies, un campo de flores delicadamente coloreadas.

El fondo y muchos detalles están incrustados con pan de oro y en algunos lugares la tabla ha sido grabada por debajo del dorado para reforzar la calidad decorativa de la obra.

Aunque sus temas están relacionados, cada una de las tablas produce una sensación distinta.

El azul brillante que predomina en la escena le da una calidad preciosa, simbolizando la naturaleza celestial de esta aparición.

Se conoce la identidad del rey arrodillado debido a que los ángeles que rodean a la Virgen lucen la insignia de Ricardo II, el White Hart (literalmente, «ciervo blanco»), que también aparece en el brocado de la tabla izquierda y en la parte exterior del díptico.

Lleva la cruz de san Jorge, el emblema de dicho reino,[3]​ y sobre el estandarte hay una bola u orbe en el que se aprecia un pequeño mapa de Inglaterra o Irlanda con un castillo blanco, lo que da una idea del detalle y exactitud del autor.

[4]​ Se cree que Ricardo sentía devoción por los tres santos que lo presentan a arrodillado ante la Virgen con el Niño, pues todos se veneran en la abadía de Westminster.

También simboliza (por medio del estandarte) la entrega de su reino a la Virgen María, continuando así con una larga tradición por la que Inglaterra llegó a denominarse «la dote de María» y se consideraba bajo su protección especial.

La nacionalidad del pintor no puede asegurarse, ya que en esa época, el estilo gótico internacional estaba en pleno auge en Europa.