[1] En 1915, el hombre de negocios estadounidense Rodman Wanamaker, que antes del estallido de la Primera Guerra Mundial había encargado construir a la Curtiss Aeroplane and Motor Company un gran hidrocanoa, el America, para ganar el premio de 10 000 libras ofrecido por el periódico británico Daily Mail para la primera aeronave que cruzara el Atlántico, encargó a Curtiss la construcción de un nuevo hidrocanoa aún mayor, para realizar vuelos transatlánticos, que llegaría a ser conocido Wanamaker Triplane o Curtiss Model T (redesignado retrospectivamente como Model 3, cuando Curtiss cambió sus sistema de designación).
[6] El Model T acabado se diferenciaba de la aeronave debatida en la prensa en varios aspectos.
[1] Como los planeados motores Curtiss V-4 no estaban disponibles cuando el prototipo fue completado, se decidió no volar el avión en los Estados Unidos, sino enviarlo al Reino Unido por barco, donde fue reensamblado en la estación aeronaval de Felixstowe.
Como el avión resultó dañado irreparablemente en su primer vuelo, fue considerado un fracaso, y la orden de los restantes diecinueve ejemplares fue cancelada.
[7] Sin embargo, el Wanamaker Triplane proporcionó la inspiración a John Porte de la Seaplane Experimental Station para construir un colosal hidrocanoa de cinco motores y similar disposición, el Felixstowe Fury.