Hidroponía

Las raíces reciben una solución nutritiva y equilibrada disuelta en agua con los elementos químicos esenciales para el desarrollo de las plantas, que pueden crecer en una solución acuosa únicamente, o bien en un medio inerte, como arena lavada, grava o perla, entre muchas otras.

Para cultivar en naves espaciales o para cultivos a gran escala, presentará diversos niveles de complejidad, sobre todo si se quiere que sea una actividad económica y tenga bajo impacto ambiental.

[cita requerida] La idea del cultivo de plantas en áreas ambientalmente controladas también existía en Roma.

Los primeros en perfeccionar las soluciones nutrientes minerales para el cultivo sin suelo fueron los botánicos alemanes Julius von Sachs y Wilhelm Knop en la década de 1860.

Gericke causó sensación al hacer crecer tomates y otras plantas que alcanzaron tamaños notables (mayores que las cultivadas en tierra) en soluciones minerales lo cual lo llevó a la realización de su artículo titulado «Acuacultura: un medio para producir cosechas» (1929).

Gericke rehusó desvelar sus secretos, ya que había realizado los estudios en su casa y en su tiempo libre.

Dennis R. Hoagland y Daniel I. Arnon escribieron el típico boletín sobre agricultura en 1938, desacreditando las exageradas afirmaciones hechas sobre la hidroponía.

Los cultivos estaban limitados por otros factores que los nutrientes minerales, especialmente la luz.

Este es uno de los errores más comunes cuando el cultivo es sobre-irrigado o sub-irrigado, la hidroponía es capaz de prevenir que esto ocurra, drenando o recirculando el agua que no absorba la planta.

En cultivos sobre tierra el agricultor necesita tener suficiente experiencia para saber con cuanta agua debe regar la planta.

[cita requerida] Uno de los primeros éxitos de la hidroponía ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial cuando las tropas estadounidenses que estaban en el Pacífico, pusieron en práctica métodos hidropónicos a gran escala para proveer de verduras frescas a las tropas en guerra con Japón en islas donde no había suelo disponible y era extremadamente caro transportarlas.

[cita requerida] Esta técnica de cultivo sin suelo evita los impedimentos o limitaciones que representa el suelo en la agricultura convencional mediante el uso de sustratos, todo material sólido distinto a la tierra que se usa para la siembra en hidroponía como soporte para la planta y no para su alimentación.

En el caso de los cultivos sin suelo, al ser desarrollados por la industria o por aficionados, no fueron analizados en un principio, en cuanto al impacto que tendría su uso sobre el medioambiente, como ocurrió con otros desarrollos que redituaban comercialmente.

Al tener en cuenta la economía y el posible impacto ambiental se desarrollaron los sistemas cerrados o recirculantes.

Tanto la hidroponia y la fertirrigación han dado pie al desarrollo de instrumental de control como pH-metros y conductímetros en línea, así como a procesadores que mantienen el control mediante válvulas solenoides o hidráulicas, para que la solución pueda ser equilibrada mediante programas de ordenadores que determinan el agregado de ácidos cuando sube el pH, la dilución cuando se eleva la conductividad eléctrica y otros procesos de control que llegan a interactuar con el ambiente en que las plantas están evolucionando en tamaño y en su desarrollo.

Gericke originalmente definió la hidroponía como un crecimiento de cultivos en soluciones minerales, sin ningún medio sólido para las raíces.

La distinción entre hidroponía y cultivos sin suelo ha sido a menudo confuso.

Muchos tipos de cultivos sin suelo no usan las soluciones minerales requeridas por los hidropónicos.

En los Estados Unidos, cada vez más contenedores de transporte son utilizados para cultivar fresas, verduras, lechugas, hierbas y hongos gourmet.

Las recomendaciones de realizar cultivos hidropónicos o sin suelo solo por considerar su alta productividad y rendimiento económico, que no tengan en cuenta estos aspectos ambientales perniciosos, no son aconsejables.

Se han podido cosechar ya kilos de tomates, lechugas y pepinos en el nuevo invernadero puesto en marcha en febrero, aunque las plantas de fresas siguen sin dar frutos, indicó.

El proyecto no solo debería enriquecer la dieta de la tripulación, sino también proporcionar información para futuras misiones a la Luna y Marte.

Cultivo hidropónico de lechugas
Cultivo hidropónico de fresas
Cultivo hidropónico de fresas
Cultivo hidropónico de fresas
Plantas de tomate creciendo sobre piedra pómez
Cultivo hidropónico de lechuga en un laboratorio del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México