Culpar a la víctima o inversión de la responsabilidad es una actitud que puede aparecer en relación con un crimen o a cualquier tipo de maltrato abusivo, que conlleva considerar que las víctimas de ese suceso son parcial o completamente responsables del mismo.
Inicialmente, la expresión fue acuñada como crítica hacia quienes culpan a los individuos por su malestar personal o sus dificultades sociales, prescindiendo de la responsabilidad de otras terceras personas implicadas o del sistema social existente.
Algunos autores califican esa actitud como característica típicamente fascista[1] y otros señalan que con frecuencia el culpar a las víctimas ha surgido en contextos racistas y sexistas,[2] como por ejemplo cuando se argumenta que "una mujer violada que llevaba una falda corta se lo estaba buscando".
La frase "culpar a la víctima" fue acuñada por William Ryan en su clásico Blaming the Victim, una crítica de la obra de 1965 de Daniel Patrick Moynihan, The Negro Family: The Case for National Action, más conocido como el informe Moynihan.
Sin embargo, con frecuencia el diseño urbano sigue favoreciendo la circulación de los automóviles y dificultando la movilidad peatonal y ciclista, culpando de los accidentes a las propias víctimas.