Pacificación del tráfico

[2]​[3]​[4]​[5]​ Para conseguir que el calmado del tráfico sea efectivo son necesarios tres enfoques: el propio diseño urbanístico, la educación comunitaria y la vigilancia de su cumplimiento.

De la misma manera, calzadas estrechas y trayectos sinuosos promueven velocidades más bajas.

[7]​ Por otro lado, el comportamiento en la elección del medio de transporte se basa en la demanda inducida.

Es decir, un diseño urbano en el que la mayor parte del espacio público se dedica a los automóviles y existen numerosos aparcamientos en origen y destino promoverá el uso del vehículo privado.

[8]​ Además, estas medidas no se basan en la idea de criminalizar a los conductores, sino en el hecho de que se producen errores con consecuencias potencialmente mortales.

Señal de calle residencial en España , donde la prioridad la tienen los peatones.
Isleta en la mediana de un paso de cebra.
Estrechamiento de la calzada en un paso de peatones por medio de una «oreja».
Reductor de velocidad en lomo.
Chicanes.
Aparcamientos en lados alternativos de la calle, generando chicanes.
Filtro modal de bicicletas.
Bolardos que impiden el paso de vehículos motorizados, pero no de peatones o bicicletas.
Extensión de bordillo junto a un cruce y reductores de velocidad.
Ampliación de bordillo en intersección para reducir el radio de giro y, con ello, la velocidad.
Estrechamiento de carril en la entrada a entorno urbano, con prioridad para bicicletas.
Calle residencial de prioridad peatonal.
Circulación de bicicleta a contramano, reduciendo el ancho de la calzada.
Trampa para coches al comienzo de carriles bus.
Radar de velocidad.