[2] Estos eventos también se conocen como tránsitos meridianos, usados en el cronometraje y la navegación, y se miden con precisión utilizando un anteojo de pasos.
Durante cada día, cada objeto celeste parece moverse a lo largo de una trayectoria circular en la esfera celeste debido a la rotación de la Tierra creando dos momentos cuando cruza el meridiano.
En el caso de los astros errantes (la Luna, el Sol, etc.), como no recorren exactamente un paralelo celeste, no adquieren, en general, su máxima altura al pasar por el meridiano.
Así, por ejemplo, el Sol, en las proximidades del punto Aries momento en que se producen los equinoccios de otoño en el hemisferio sur y de primavera en el hemisferio norte; si se observa el Sol desde una latitud de 35.º S, este alcanza su máxima altura unos diez segundos antes de su culminación, mientras que al alcanzar el punto Libra el 23 de septiembre, la culminación se produce unos 10 segundos después.
Si aumentamos la latitud de observación por ejemplo a 89° S, la culminación del Sol para las mismas fechas se produce aproximadamente 15 minutos antes o después de su paso por el meridiano del lugar.