Tendría sus orígenes en la chinganera —o simplemente chilena— y su nombre se originó en la década de 1960 con la publicación del disco La cueca brava del grupo Los Chileneros.
[6] Es una cueca que nace de la marginalidad citadina y su rótulo se introduce durante los años 1960 para diferenciarse de la cueca chora, cultivada por Roberto Parra y bautizada por él en su LP Las cuecas choras del Tío Roberto (1967), aunque en cuanto a sus componentes constituyen el mismo estilo.
Este nuevo apelativo también lo recogería Mario Catalán Portilla en 1970, con su disco en conjunto con el Dúo Rey Silva llamado Cuecas bravas.
[11] En 1988 también aparece el disco Cuecas Bravas de Luis Araneda y Raúl Lizama.
[12] En abril del 2005, Hernán Núñez Oyarce edita su libro Mi gran cueca.