Allí se acuñaron los conceptos de «cueca chora» y «jazz guachaca», expresiones que, según los expertos,[¿quién?]
pueden llegar a constituir lo más representativo del folclor urbano de Chile en el siglo XX.
A fines de 1965, prácticamente obligado por su hermana Violeta, que debió someterlo a sesiones «secas» (sin alcohol) para garantizar su buen desempeño en el estudio, grabó sus cuecas para la edición de su primer álbum, Veinte cuecas con salsa verde, lanzado el mismo año.
Durante la dictadura militar, trabajó como músico ambulante en La Vega, el Mercado Central y otros lugares de la capital chilena para poder subsistir.
La compañía Gran Circo Teatro, dirigida por Andrés Pérez, preparó la representación teatral del libro en 1988.
Su funeral se convirtió en un hito que convocó a todo el medio artístico chileno.
Otras composiciones suyas aparecieron versionadas en los álbumes La Yein Fonda (1996), Freno de Mano (2000) y Coliumo (2010).