El pueblo se alza a 676 metros sobre el nivel del mar.
Su fábrica es de sillería y mampostería del siglo XVI, aunque presenta restos más antiguos.
Su interior se encuentra organizado en tres naves, separadas por arcos formeros que descargan sobre columnas de gran diámetro.
El retablo mayor es del siglo XVIII y cuenta con tres calles con labor rococó que cobija la Virgen titular, del siglo XIII, en su hornacina principal, y a su lado se encuentran las imágenes de San Atilano y San Froilán del siglo XVIII.
La iglesia cuenta con una pila bautismal de piedra, con taza gallonada, del siglo XVI.